El aparato digestivo y el aparato respiratorio están íntimamente relacionados. La laringe (vía aérea) se encuentra en estrecha relación con el inicio del esófago (vía digestiva) con lo cual las alteraciones en el sistema digestivo pueden llevar a alteraciones laríngeas o faríngeas.

En ocasiones cuando los ácidos y los gases que son normales en la vía digestiva, logran evadir las barreras naturales desde el estómago hasta el esófago, se producen el ascenso de los mismos; cuando este se presenta solo hasta el esófago se conoce como Reflujo gastroesofágico pero si asciende más allá hasta el nivel del faringe o laringe se conoce como reflujo faringolaríngeo.

El reflujo faringolaríngeo puede manifestarse de formas diversas, desde la sensación de tener algo en la laringe hasta la tos seca en especial al decúbito y que no responde a tratamientos bronco pulmonares habituales.

El otorrinolaringólogo a través del relato en la visita con el paciente y fundamentalmente con la visualización directa de faringe y laringe, puede detectar signos de reflujo faringolaríngeo, pautando el tratamiento adecuado y consiguiendo resultados sorprendentes.