Los niños a diferencia de los adultos tienen una vía aérea con diámetros muy pequeños, si a esto le sumamos que la estructura de su cara y de su macizo facial aún está en desarrollo y que el tejido linfoide que rodea la faringe (amígdalas y adenoides) se encuentran muy activo y en ocasiones muy aumentado de tamaño, se producen la suma de factores perfecto para que el niño ronque y/o tenga pausas en la respiración al dormir.

El ronquido es el nombre con el que se conoce al sonido particular que producen algunas personas al dormir, su origen está en la vibración de uno o más elementos de la vía aérea superior; en el ronquido influyen múltiples factores y puede ser un síntoma de problemas de salud de mayor gravedad.

Se conoce como Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño (SAHS) cuando además del ronquido durante el sueño de producen pausas en la respiración conocidas como periodos de “apnea” cuando estos episodios de pausas en la respiración se deben a que algún elemento de la vía respiratoria obstruye o impide el paso del aire a este grupo de signos y síntomas se los conoce como Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño.

En los niños la falta de sueño no siempre se traduce como falta de energía o bajo rendimiento escolar, también puede manifestarse mediante hiperactividad y/o irritabilidad.

En el caso de comprobar que se producen pausas de apnea durante el sueño, en el niño en general la medida estándar es la cirugía de amígdalas y adenoides, valorando cada caso individualmente y utilizando técnicas de extracción o de reducción de volumen como es la radiofrecuencia de amígdalas y/o adenoides.